miércoles, 8 de diciembre de 2010

APARIENCIAS.

A las personas nos afectan cualquier tipo de cosas, alguien que te insulta, una discusión con tus padres, un suspenso... Cuando pasa esto, nosotros reaccionamos de manera diferente;existen personas que se enfadan y que contestan mal al resto, mientras que hay otras que prefieren callárselo y poner una sonrisa. Aquí encontramos dos tipos de personas diferentes y yo creo que soy una de las segundas.
De las personas que por dentro pueden estar mal, pero no lo muestran.
Me gustaría saber porqué lo hacemos, por que no gritamos si tenemos ganas, o de llorar si nos apetece.
Aveces me gustaría ser como el primer tipo de personas, mostrar mis sentimientos y punto, pero otras veces no. Te paras y piensas "esa gente no tiene la culpa de mi enfado,asique porque tengo que gritarles o contestarles mal?"
Y la pregunta que hago es ¿somos buenas personas por pensar en los demás y no preocuparlos o deprimirlos con nuestros sentimientos o simplemente somos unos falsos que intentan mantener unas apariencias determinadas?

3 comentarios:

  1. ¡Qué cuestión tan interesante!...
    Dos pequeñas observaciones:
    Cuando hablas de cosas que afectan parece que sólo piensas en cosas que afectan mal y que producen enfado. (¿Sólo nos afectan ese tipo de cosas?)
    La segunda es que parece que das por supuesto que lo único que se puede hacer con el enfado es gritarle a los demás o fingir que no pasa nada. (¿Sólo se puede hacer eso con el enfado o con las demás emociones?)
    ¿Por qué supones que mostrar a los demás tus sentimientos les puede preocupar o deprimir? ¿Cuando alguien te muestra sus sentimientos tú te preocupas o te deprimes? ¿Qué tiene que ver el ser buenas personas con mostrar o no los propios sentimientos?

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  2. Yo soy una persona que si algo no me gusta, lo digo. Claro, siempre y cuando a la persona a quien se lo diga se lo vaya a tomar bien, nunca digo nada para hacer daño si no para ayudar. Así que si una vez que hago eso con una persona y esa persona se lo toma como que la he atacado, pues no le vuelvo a decir nada porque no me gusta tener problemas. Si no mostramos nuestro sentimientos siempre es porque no queremos que nos estén preguntando constantemente "que te pasa que te pasa" al menos a mi. Tampoco nos vamos a poner a llorar en clase, por ejemplo. En esos momentos hay que mantener la compostura, y lo extraño es que no se por qué.

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  3. Está bien que digas que no sabes por qué. Ahí comienza la sabiduría.

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