lunes, 6 de diciembre de 2010

El que la sigue, la consigue.

En la vida, nos movemos en base de perseguir objetivos, los cuales algunos por desgracia no los conseguimos. Intentamos aprobar un examen, ganar un partido, conseguir títulos, buscar el amor...
Seguramente, cuando vemos que no podemos conseguirlo por ninguna manera, lo apartamos a un lado y pasamos a otro que sea más fácil, lo cuál no siempre es la mejor solución.
Siempre es difícil conseguir retos complicados, pero el premio es mucho mayor ya que las cosas que son difíciles de obtener, tienen más valor cuando las conseguimos, porque al habernos costado tanto esfuerzo llegar a ellas, valoramos mucho más el hecho de tenerlas.
En mi opinión, si te empeñas mucho en conseguir algo, con esfuerzo, trabajo y algo de suerte, todos tus objetivos se podrán cumplir.
En mi caso, muchos de ellos se cumplieron, asique mi pregunta es: ¿Por que no empleamos todas nuestras ganas en conseguir obetivos complicados?
Por cierto, seres humanos de este blog, recordad, que el que la sigue, la consigue.
¡Un abrazo!

3 comentarios:

  1. Me gustaría que me pusieras algún ejemplo de lo que tú consideras objetivos sencillos y objetivos complicados, o que pensáramos qué criterios podemos establecer para determinar eso.

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  2. Así me gusta Pablo, positividad a tope, como se nota que esta entrada es tuya. Un beso♥

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  3. Lo que dices my friend es muy cierto, la gente devería esforzarse por conseguir aquello que quiere, aunque tuviese ante sí una gran montaña. Uno no puede rendirse, si sabemos que algo, que nos parece realmente duro o trabajoso, al final nos resulta gratamente satisfactorio, por ejemplo pasar bachiller por ciencias, verdad? :-)

    Un abriiizooo!!!!!!!!!!!!

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